¿Por qué Rafael Correa Delgado es víctima de tanto odio? Es una de las preguntas más recurrentes de los últimos años en círculos de amigos, académicos y familiares, la misma que merece una respuesta singular, en la medida en que no abordaré, dada la limitación de espacio, detalles ligados a las contradicciones sobre política económica o economía política. Mi interés se cifra en razones aparentemente domésticas que alimentan el odio, con su multiplicidad de aristas, ponzoñas, entuertos y rencores.
El Comando Sur está irrumpiendo en la isla de paz, su comandante Laura Richardson habla de “intercambio de fuerzas especiales” entre Ecuador y Estados Unidos. Quizás nos haría bastante bien preguntarnos si bajo esta declaración ¿pudieron llegar al país latinoamericano las mismas fuerzas que aprendieron y pulieron bien las técnicas de investigación donde se incluye la tortura?
Varios han sido los llamados a la unidad y las fuerzas políticas han respondido y dado muestras claras de aquello, pero no basta. Por ello, desde este golpeado y adolorido Ecuador, llamamos al acompañamiento de la comunidad internacional, de defensores y defensoras de Derechos Humanos y les pedimos estar pendientes de lo que suceda, para poder compartir experiencias y procurar un debate amplio y diverso.
Las imágenes de delincuentes encapuchados que se tomaron un canal de televisión durante una transmisión en vivo en Ecuador le dieron la vuelta al mundo, como un hecho inédito. Sin embargo, atribuirle el hecho solamente al enfrentamiento entre bandas delincuenciales o a la fuga de un líder criminal es quitarle la responsabilidad al mayor causante de la crisis que atraviesa ese país sudamericano: el Estado.
El contexto de violencia y judicialización de la política nos preocupa, por ello, pedimos a la comunidad internacional estar pendiente de los acontecimientos de los próximos días en Ecuador, acompañarnos en este momento y en democracia, ser testigos del cambio de gobierno.
Las y los ecuatorianos tienen una decisión importante que tomar. Por un lado, pueden optar por la “mano dura” que está de moda en el continente y que en teoría suena bien, pero que en la realidad ha mostrado ser contraproducente. Por otro lado, tienen la opción de la Revolución Ciudadana, cuyas políticas de Buen Vivir han mostrado resultados positivos y duraderos en materia de paz en el Ecuador.
La represión y la “mano dura” pueden generar resultados inmediatos, pero a largo plazo, sólo agravarán los problemas y perpetuarán un ciclo de violencia y desconfianza.
En un callejón sin salida el presidente ecuatoriano, abre las puertas para que con el nuevo proceso electoral retorne al poder la Revolución Ciudadana (RC) primera fuerza política de oposición liderada por Rafael Correa.
Por primera vez en la historia de Ecuador, un presidente enfrentaba un juicio político por corrupción. Ante el temor de su destitución, Guillermo Lasso se anticipó disolviendo a la Asamblea Nacional.
Con el objetivo de evadir el juicio político en su contra por corrupción, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución de la Asamblea Nacional y con ella, el fin de su gestión al frente del ejecutivo a través de la muerte cruzada, un […]