¿Por qué Rafael Correa Delgado es víctima de tanto odio? Es una de las preguntas más recurrentes de los últimos años en círculos de amigos, académicos y familiares, la misma que merece una respuesta singular, en la medida en que no abordaré, dada la limitación de espacio, detalles ligados a las contradicciones sobre política económica o economía política. Mi interés se cifra en razones aparentemente domésticas que alimentan el odio, con su multiplicidad de aristas, ponzoñas, entuertos y rencores.

