Artículo publicado en Nodal

La visita oficial del presidente Miguel Díaz-Canel a México y su posterior condecoración con la Orden Mexicana Águila Azteca, máxima distinción a una o un extranjero, llenó de lugares comunes de la derecha, a varios políticos y académicos: dictador, vergüenza, traición, violador de los Derechos Humanos. Ninguno o casi ninguno, cuestionó o al menos mencionó por pura lógica —o por hablar con la verdad—, el bloqueo.

Antes de emitir cualquier opinión sobre Cuba, exijámonos primero una posición firme contra el bloqueo, simple y sencillamente porque no se puede entender la historia y el desarrollo de la isla, omitiéndolo. Después, desde cualquier orilla ideológica, mejor si la explicitamos, asumamos un lugar al lado del pueblo cubano, no por encima, no por adelante, como dice el mexicano Fernando Buen Abad.

Dejemos de hablar de Cuba desde la superioridad oportunista de conocer mejor a un pueblo, que ese mismo pueblo. Más daño hacen los voceros autoproclamados de un debate que no se resuelve con soluciones comunes, porque las condiciones de la isla son muchísimo más complejas que un par de “Abajo la dictadura”, que además desconocen la formación, la dignidad y la autodeterminación del pueblo cubano.

Según el informe que Cuba hizo para las Naciones Unidas, el país caribeño estimó que el bloqueo le ha costado 148.000 millones de dólares en los últimos 60 años. El bloqueo más prolongado en la historia moderna ha significado dificultades económicas, privaciones, calumnias, campañas mediáticas en contra, humillaciones, tener que funcionar como economía de guerra, y además, convertir a la isla en el demonio y enemigo mundial. Mismas sanciones viven otros países como Venezuela y todo aquel que se atreva desarrollar relaciones más estrechas con ellos.

“¿Qué culpa tienen nuestros hermanos cubanos de que no le guste a una potencia el que decidan actuar de manera soberana? ¿Y por qué orillar a ese pueblo mediante un bloqueo injusto a que se rebele en contra de su propio gobierno, porque al final eso es lo que buscan?”, fueron las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, a propósito de este debate.

De poco a nada han servido los múltiples comunicados, declaraciones y resoluciones discutidas en la ONU o incluso al interior de los propios organismos latinoamericanos, que condenan el bloqueo. Por primera vez y desde México, se busca liderar un movimiento por la soberanía de Cuba, amplio, directo y de largo aliento, que supere los intentos leguleyos para contrarrestar un hecho fuera de toda legalidad y moralidad: la política nacional de los Estados Unidos aplicada sin ninguna vergüenza, extraterritorialmente.

Ojalá el movimiento por la soberanía no se quede sólo en la voluntad mexicana.

1 Comentario

  1. El imperio Norteamericano nunca tuvo respeto , nunca supo sobrellevar una política de relaciones bilaterales con los países del CARICOM ……I EL CONO SUR es por ello , hoi que nesecita de nosotros le estamos dando la espalda x que siempre nos trató como su patio trasero , se les adelanto CHINA …RUSSIA para una integración MULTIPOLAR en paz , respetando la AUTODETERMINACION de cada pueblo que es lo único que le pediamos al IMPERIO ..GO HOME YANKIS nuevo ORDEN MUNDIAL aún que no es tarde todavía para convivir con los del NORTE x que somos del mismo continente AMERICA PARA LOS AMERICANOS HLVS

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