Por: Soledad Buendía, colaboradora de IDEAL

La participación política de las mujeres y el ejercicio de los derechos políticos en Ecuador reproduce el recorrido de la lucha feminista que ha marcado avances significativos para la democracia y la igualdad en América Latina y el mundo.

Largos procesos debieron llevarse adelante para el ejercicio del derecho al voto, en 1929 Ecuador se conviertio en el primer país en América Latina en aprobar el sufragio femenino. Matilde Hidalgo de Procel en 1924 es la primera mujer en ejercerlo, esta conquista se plasma en la Aprobación de la Constitución de 1929.

Hoy, aunque existe una carta magna que garantiza la participación electoral en alternancia y secuencialidad de mujeres y hombres, sigue siendo una batalla desigual donde las mujeres debemos enfrentar diversos obstáculos personales, sociales, culturales, donde la violencia política y la discriminación marcan el accionar de algunos movimientos y partidos políticos. En la actualidad, el liderazgo y la participación política de las mujeres implica una serie de complicaciones, tanto en el ámbito local como nacional. Las mujeres tenemos todavía poca representación, no sólo como votantes, sino también para encabezar listas y distritos electorales ganadores, en los puestos directivos, ya sea en cargos elección o designación, en la administración pública, en el sector privado o en el mundo académico. Esta realidad contrasta con nuestra indudable capacidad para liderar, y nuestro derecho a participar por igual en la gobernanza democrática. Las mujeres nos enfrentamos obstáculos a la hora de participar en la vida política. Las barreras estructurales discriminatorias siguen limitando las opciones que tenemos para votar o presentarnos a elecciones. Las brechas se generan porque las mujeres tenemos menor probabilidad que los hombres de contar con educación, corresponsabilidad para las tareas de cuidado, contactos y recursos económicos necesarios para convertirnos en lideresas eficaces.

Poco a poco, estas realidades van cambiando; las pasadas elecciones del 5 de febrero en Ecuador muestran un crecimiento del 7% de la representación de mujeres en alcaldías: en 2019 se eligieron a 18 mujeres, y en 2023 a 33. 

De las 23 prefecturas ganadas en Ecuador, siete serán dirigidas por mujeres y hay que resaltar que entre estas se encuentran las de mayor población como son Pichincha y Guayas. Es importante ver el comportamiento de los partidos y movimiento políticos, la izquierda es quien más candidatas mujeres tiene y dentro de esta la Revolución Ciudadana lidera con 14 mujeres políticas en ejercicio de espacios de decisión en Gobiernos Autónomos Descentralizados para el próximo ejercicio.

En Ecuador, aún falta mucho por recorrer para alcanzar la paridad, pero estamos en el camino correcto gracias a las mujeres valientes que se atreven a disputar un espacio en la política.

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