Por: Soledad Buendía, colaboradora de IDEAL
Lo peor que le puede pasar a uno es no creer en nada.
Quien no cree en nada se vuelve extranjero de la vida.
Mercedes Sosa
Mercedes Sosa, conocida como “La Voz de América Latina” o “La Negra”, fue una cantante y activista argentina cuyo legado trasciende la música para convertirse en un ícono de la lucha por los derechos humanos y la justicia social. A lo largo de su vida y carrera, Sosa utilizó su voz poderosa y comprometida para denunciar las injusticias sociales y políticas, abogar por los derechos indígenas y dar voz a los marginados y oprimidos.
Sosa nació el 9 de julio de 1935 en San Miguel de Tucumán, Argentina. Desde temprana edad demostró un talento musical excepcional y una voz singular que se destacaba por su potencia y emotividad. Su repertorio incluía diversos géneros, como folclore, tango y música latinoamericana, y su interpretación profunda y conmovedora conectaba con el público de manera única. A lo largo de su carrera, grabó más de 40 álbumes y realizó numerosas giras internacionales, lo que la llevó a ser reconocida en todo el mundo.
El compromiso social y político de Mercedes Sosa se forjó en una época convulsa en la región, marcada por dictaduras militares, desigualdades sociales y violaciones de los derechos humanos. Durante las décadas de 1960 y 1970, la región enfrentaba profundas tensiones políticas y Sosa decidió utilizar su posición como artista para alzar la voz en contra de la injusticia y la represión.
A través de su música, Mercedes Sosa abordó temas sociales y políticos relevantes para la realidad latinoamericana, como la pobreza, la discriminación racial, la lucha indígena y la defensa de los derechos humanos. Su interpretación de canciones de reconocidos compositores latinoamericanos como Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra y Víctor Jara, le dio un carácter profundamente comprometido con las problemáticas regionales y sus luchas. Se convirtió en un ícono de la resistencia y la lucha por los derechos humanos en América Latina. En Argentina, durante la dictadura militar (1976-1983), su música fue censurada y ella misma fue perseguida por el régimen. A pesar de los riesgos, nunca se detuvo y continuó alzando su voz en contra de la represión y la violencia. Sus conciertos se convirtieron en actos de resistencia y solidaridad, y su música inspiró a varias generaciones de artistas y activistas que compartían su pasión por la justicia social.
A lo largo de su carrera, Sosa abrazó y promovió la riqueza de la cultura indígena, cantando canciones que honraban sus tradiciones y luchas. Fue una firme defensora de la preservación de las lenguas y costumbres ancestrales, destacando la importancia de reconocer la diversidad cultural y la identidad de los pueblos originarios.
Su legado artístico y compromiso social la convirtieron en un símbolo de esperanza y unión para los pueblos latinoamericanos. A través de su música pudo unir a personas de diferentes países y contextos, recordándoles que compartían desafíos y aspiraciones comunes. Su trabajo contribuyó a fomentar una identidad latinoamericana compartida y una mayor conciencia de las problemáticas y la historia de la región. El 4 de octubre de 2009, Mercedes Sosa falleció a los 74 años en Buenos Aires, dejando un profundo vacío en la música latinoamericana. Sin embargo, su música perdura y sigue siendo una inspiración para las generaciones actuales y futuras.
La trascendencia de Mercedes Sosa en la lucha por los derechos humanos y la justicia social en América Latina es innegable. Su voz potente y su compromiso con los más vulnerables la convierten en una figura inolvidable y atemporal. A través de sus canciones “La negra” dejó un mensaje de esperanza, resiliencia y solidaridad, alentando a las personas a luchar por un mundo más justo y equitativo.
Como buen progresista y seguidor de la RC, solo le deseo lo mejor a ustedes en la lucha por llegar nuevamente al poder, para revertir las medidas neoliberales que tanto daño le han hecho al país. LUISA GONZALES LA NUEVA PRESIDENTE DEL ECUADOR, HASTA LA HICTORIA SIEMPRE.