Por: Soledad Buendía, colaboradora de IDEAL

La maternidad se refiere al estado de ser madre, es decir, a la experiencia de concebir, gestar y dar a luz a un hijo o hija. También implica la crianza y el cuidado de un niño o niña, incluyendo la provisión de alimentos, educación, afecto y apoyo emocional y físico.

Esta es una experiencia profundamente personal y única para cada mujer, y puede ser vivida de manera diferente en diferentes culturas y sociedades. En algunos casos, la maternidad puede ser planificada y deseada, mientras que en otros casos puede ser inesperada, no deseada o forzada.

Es importante tener en cuenta que la maternidad no es exclusiva de las mujeres biológicas, ya que también puede ser experimentada por las madres adoptivas y las madres sustitutas que cuidan y crían a niños y niñas que no son biológicamente suyos.

Además, la maternidad puede tener un impacto significativo en la vida de las mujeres, incluyendo cambios físicos y emocionales, así como en sus roles y responsabilidades en la familia y la sociedad en general.

Las maternidades deseadas son aquellas que son planificadas y deseada por las mujeres y las parejas. Esto implica que la decisión de tener hijos o hijas se toma de manera consciente y reflexiva, y se lleva a cabo en un momento en el que las condiciones personales, sociales y económicas son favorables para la crianza. Estas son importantes porque permiten a las mujeres y las parejas tomar el control de su propia vida reproductiva y ejercer su derecho a decidir. Además, las maternidades deseadas pueden contribuir a la reducción de la mortalidad infantil y materna, ya que con la planificación las mujeres tienen más probabilidades de acceder a los cuidados prenatales y posnatales adecuados, así como a los servicios de atención médica durante el parto y el postparto. En este sentido, la promoción de las maternidades deseadas es un objetivo importante de las políticas públicas de salud lo que incluye garantizar el acceso a métodos anticonceptivos efectivos y seguros.

En este orden de ideas podemos señalar ejercer la maternidad deseada es una ruptura con estereotipos y mandatos de género, y requiere un cambio cultural que permita que muchas mujeres construyan sus proyectos de vida excluyendo de manera voluntaria la maternidad sin ser juzgadas  y estigmatizadas socialmente.

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