Por: Soledad Buendía Herdoíza
Editorial de la mitad del mundo a la tierra Azteca
El impacto de las últimas movilizaciones en Colombia son el marco de las reflexiones que haremos con María José Pizarro[1], congresista colombiana quien pidió medidas cautelares ante la CIDH, por la persecución que enfrenta. Está siendo investigada por la Corte Suprema, la Procuraduría y la Comisión de Ética de la Cámara de representantes por los hechos acontecidos durante el paro nacional de 2021. “En Colombia estamos atravesando una profunda crisis, social, sanitaria y económica; llegamos al límite, y las manifestaciones son expresión de este descontento social acumulado. La realidad es que la inmensa mayoría se moviliza pacíficamente”[2]. El estallido social de descontento ciudadano ha sufrido una represión sin precedentes, la violencia policial ha dejado víctimas, heridos y muertos. Más de 80 jóvenes muertos, decenas de lesiones oculares, denuncias de abusos sexuales, son la respuesta al rechazo de las políticas uribistas.
El Estado colombiano se ha mostrado incapaz de responder de manera adecuada, las movilizaciones son fruto de la acción colectiva, donde Pizarro destaca el rol del movimiento de mujeres en la primera línea de resistencia, lo que devela con claridad su crecimiento y articulación con una base social profunda. Los grupos de mujeres organizadas están logrando ampliar las causas, la lucha por la igualdad supera sus propias estructuras, transformándose en luchas que incluyen a todas y todos.
La forma de hacer política está cambiando y las nuevas generaciones en Colombia están tomando la posta en la disputa política a través de ejes transversales que impulsan un proceso profundo de conciencia política, apunta Pizarro.
La gente está generando una revolución cultural que tiene nuevas reivindicaciones, que retoma las luchas de las mujeres que nos precedieron, pero las superan, las resignifican en busca de traspasarlas.
“Colombia requiere superar los ciclos de la violencia y reconciliarnos entre colombianos, vivimos nuevos tiempos”[3]. Esto necesariamente implica entender la realidad más allá de los roles que sociedades injustas, discriminatorias y excluyentes nos han impuesto tanto a hombres como mujeres.
María José Pizarro nos plantea hablar de política desde la vida de manera integral, romper con las dinámicas extractivistas, las prácticas de acumulación, las lógicas corporativistas donde los intereses económicos estén sobre la vida. “Debemos encontrar nuevos paradigmas, como el feminismo social que busca que todas y todos seamos tratados con igualdad, sólo así es posible un futuro, solo así es posible soñar y tener esperanza, en suma, un mundo donde las mujeres podamos gobernar”[4].
[1] Segunda vicepresidenta de la Cámara de Representantes y Copresidenta de la Comisión de Paz del Congreso de Colombia. Fue Secretaria de Cultura de Bogotá en 2013 y activista por la paz y la memoria, dedicando su trabajo a recuperar la historia de su padre, Carlos Pizarro, máximo comandante del Movimiento 19 de Abril (M-19) y candidato presidencial asesinado en 1990.
[2] Pizarro María José (2021) 10 Propuestas en medio del paro Nacional
[3] Pizarro, M. (2021). El feminismo como movimiento social y político. Conferencia Curso Mujeres, poder y políticas Instituto Ideal.
[4] Pizarro, M. (2021). El feminismo como movimiento social y político. Conferencia Curso Mujeres, poder y políticas Instituto Ideal.