Varios han sido los llamados a la unidad y las fuerzas políticas han respondido y dado muestras claras de aquello, pero no basta. Por ello, desde este golpeado y adolorido Ecuador, llamamos al acompañamiento de la comunidad internacional, de defensores y defensoras de Derechos Humanos y les pedimos estar pendientes de lo que suceda, para poder compartir experiencias y procurar un debate amplio y diverso.